
Los servicios meteorológicos de España (AEMET), Portugal (IPMA) y Francia (Météo-France) formaron el Grupo Suroeste, cuyo objetivo es identificar las inclemencias meteorologicas como fuertes vientos o grandes borrascas, dando nombre a las de gran intensidad. Filomena fue el nombre elegido para esta borrasca profunda europea que nos visitó del 6 al 11 de enero de 2021, conocida como la sexta del Grupo Suroeste y es una borrasca que, debido a la configuración anómala del chorro en altura, ha producido un aporte de humedad sobre una Península Ibérica que estaba ya muy fría previamente, y eso ha originado una nevada tan inmensa como la que hemos vivido. Ha sido una borrasca que entró por el suroeste de la Península y tuvo una trayectoria que fue hacia el noreste. Su frente cálido asociado aportó mucha humedad y se originó un contraste de temperaturas fuerte con la masa de aire que había sobre la Península y un contraste de temperatura entre los niveles altos y la superficie del suelo. Esos factores contribuyeron a explicar esa intensidad de la nevada.


Las nevadas más intensas se vivieron en las provincias de Cuenca, Toledo, Ciudad Real, Albacete, Madrid, Guadalajara, Teruel, Zaragoza y Soria. A partir del 11 de enero, el sistema se debilitó abandonando España por el noreste peninsular. Sin embargo, ya pasada la borrasca, se sucedió una ola de frío con registros de hasta -15 °C en áreas del interior peninsular, con el consiguiente riesgo por la formación de placas de hielo, la incomunicación y la falta de suministro en multitud de pueblos y ciudades

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